Prueba
Entonces, es la misma tribulación que desarrolla los músculos de la fe mientras nos purifica. Contrario a lo que algunos puedan decir, la vida cristiana no es una vida sin aflicciones. Es más, desde el inicio nuestro Señor Jesús nos dice lo siguiente: “En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo” […]
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