La historia detrás Himnos – Hay un precioso manantial – 015
09/08/2017
Historia del himno “Hay un precioso manantial“
Hay un precioso manantial
De sangre de Emmanuel,
Que purifica a cada cual
Que se sumerge en él.
William Cowper pasó pocos días de su vida sin sufrir. Su condición física era débil, y él era emocionalmente inestable; pero a pesar de tales impedimentos, fue reconocido como el mejor poeta de su día.
Desde su juventud, Cowper sufría ataques graves de melancolía. También era demasiado tímido al estar en presencia de mucha gente. Clint Bonner, en su libro “Nace un Himno”, nos relata que Cowper estudió Derecho, pero no pudo ejercer como abogado por su timidez. Un primo le consiguió el empleo de escribano de la Cámara de los Lores; pero, cuando Cowper supo que tendría que presentarse ante varias personas en una entrevista, sufrió un ataque de nervios.
En cuatro ocasiones, Willian Cowper fue internado en un manicomio. Cuatro veces intentó quitarse la vida, pero Dios tenía otros planes para él. El reverendo Juan Newton, autor de “Divina Gracia”, trajo al señor Cowper a su pueblecito de Olney (Inglaterra) y le dio alojamiento. También le construyó un estudio en su jardín. Allí, Cowper conversaba con los pájaros y escribía poemas.
El reverendo Newton inició la práctica de escribir un himno para los cultos de oración que celebraba en su templo cada martes. Newton y Cowper alternaron en ese trabajo y después publicaron sus composiciones en un libro titulado “Olney Himns”. Newton escribió 284 himnos para esa colección y Cowper 67.