¿Por qué no soy ateo?
Escrito por Eternidad Plus el 26/05/2022
Aunque no podemos ver a Dios con nuestros ojos, sí podemos verlo muy claramente por medio de las evidencias de Su existencia.
Según una institución internacional de ateos, ellos se definen a sí mismos de la siguiente manera: “El ateísmo es la filosofía de aquellos que consideran que no hay ninguna razón para aceptar que, más allá de la realidad material, existen seres de una naturaleza distinta y superior a la humana, en los cuales se encuentra el origen y el sentido de nuestra existencia.”
Luego de leer esto, definitivamente no puedo estar de acuerdo con esta filosofía seudocientífica, y pudiera enumerar muchas razones de por qué no soy ateo, pero aquí les comparto tres de ellas:
1.- Es mucho más razonable creer que todo proviene de Dios y no de la NADA.
Decir que el universo se creó de la nada (o un “vacío cuántico” como muchos dicen ahora), no es ciencia sino una idea ficticia, porque hasta el día de hoy es imposible que algo surja de nada. Y estas ideas la afirman y defienden personas como Richard Dawkins quien para muchos es el padre del nuevo ateísmo (la persona que aparece en la imagen de este artículo).
Por el contrario, los avances científicos y tecnológicos cada vez más nos apuntan a que detrás de la creación tuvo que haber una mente maestra creadora de todas las cosas, y esto por el orden que muestra el universo, por lo bien diseñado que funciona nuestro planeta tierra y por la existencia de algo tan complejo como la vida de miles de especies diferentes en este mundo, incluyéndonos a los seres humanos. Este diseño inteligente que podemos ver a nuestro alrededor es cónsono con lo que nos dice sobre Dios en Romanos 1:20: “Porque desde la creación del mundo, Sus atributos invisibles, Su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que ellos no tienen excusa.”
2.- Es más lógico creer que somos seres creados por Dios y no primates (monos) evolucionados.
En pleno siglo 21 la evolución sigue siendo una teoría, o sea, una suposición, porque no puede ser aprobada por el método científico, ya que la ciencia solo puede probar aquellas cosas que son palpables y por ende observables. Nadie ha podido probar en siglos de historia que tenemos de existencia el llamado “eslabón perdido”, o sea, la transición de mono a hombre. Esto sigue siendo pura ficción.
Es mucho más lógico creer en lo que dice la Biblia sobre nuestros orígenes, que lo que nos dice la evolución. Genesis 1:26-27 “Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”
Es muy evidente que los humanos somos una creación totalmente diferente a todas las criaturas que existen en este planeta; y esto sucede porque hemos sido creados a la imagen y semejanza de Dios. Esto quiere decir que somos los únicos que tenemos razonamiento o la capacidad de elegir, producto de poder interpretar y entender nuestro entorno, también tenemos una conciencia moral objetiva (no subjetiva) que nos permite tener un entendimiento claro del bien y del mal. Ninguna de las cosas que he mencionado anteriormente se encuentran en los simios.
Aunque cabe resaltar que esta imagen y semejanza de Dios ha sido empañada en nosotros por el pecado y solamente puede ser restaurada cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y creemos en Cristo como el Señor y Salvador de nuestras vidas, y ahí se cumplen aquellas palabras de 2 Corintios 5:17 “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas.”
3.- Dios es real y lo conocemos de manera personal por medio de la Fe en Cristo.
La Biblia nos dice en Efesios 2:8-9 “Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
Aquí vemos que cuando el Señor vino a nuestras vidas nos dio el don de la fe, que es el medio por el cual hemos recibido el regalo inmerecido de la salvación y esto ha hecho que Dios no sea para nosotros un personaje de ciencia ficción, sino que Él se ha revelado a nuestras vidas por medio de Su Espíritu Santo como nos dice 1 Corintios 12:2 “Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,”
El Espíritu de Dios nos ha transformado interiormente y nos ha dado una nueva vida, esto para nosotros es otra evidencia contundente de la veracidad de nuestro Padre amado, como nos dice: Tito 3:5 “Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la transformación por el Espíritu Santo,”
Gracias a la fe estamos totalmente convencidos de que Él existe y que se manifiesta en nuestras vidas, tal y como nos dice: Hebreos 11:6 “Y sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que recompensa a los que lo buscan.”
Por la gracia de Dios los cristianos vivimos en una relación personal con el único y verdadero Dios, en quien tenemos vida eterna como nos dice Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.” A quien, aunque no podemos ver con nuestros ojos, sí podemos verlo muy claramente por medio de las evidencias de Su existencia, como hemos compartido, y por eso no puedo ser ateo.
Escrito por:
Julián Musa, Director Ejecutivo de Eternidad Plus . Puedes seguirlo en sus redes sociales en Twitter y en su canal de YouTube