Origen de la Biblia y su inspiración divina
Escrito por Eternidad Plus el 29/09/2021
La Biblia esta compuesta por antiguo (A.T.) y nuevo (N.T.) testamentos, por su parte el A.T. esta compuesto por 39 libros que fueron originalmente escritos en hebreo (con algunas partes en arameo) entre los años 1500 y 430 a.C. Asimismo el Nuevo Testamento compuesto por 27 libros fue escrito en griego koine (popular) entre los años 45 y 96 d.C.
Los 66 libros de la Biblia son conocidos como el «canon» de las Sagradas Escrituras. La palabra proviene del griego (kanon), que significa «regla o parámetro», y los cristianos utilizan esta palabra para describir a la Biblia, el libro que provee la máxima «norma y autoridad» para nuestra fe.
Todas las copias originales de los documentos antiguos de libros bíblicos se han perdido o destruido, aunque tenemos miles de copias antiguas.
Precisamente porque fue un documento escrito hace tantos años es que muchas personas piensan erróneamente que alguien pudo haber editado su contenido. Digo erróneamente, puesto que la mayoría de los estudiosos tanto liberales como conservadores, están de acuerdo en que la crítica del texto ha servido para confirmar la transmisión confiable de los manuscritos del Antiguo y Nuevo Testamento.
La Biblia nos dice que ella proviene del mismo Dios. (2 Timoteo 3:16). “Toda la Escritura es inspirada por Dios” La palabra griega que significa “inspirado” podría traducirse literalmente “exhalada por Dios”. El Señor ha supervisado e inspirado cada palabra de las Escrituras, por eso Él es el autor principal de la Biblia.
Para escribir la Biblia Dios usó autores humanos y a través de ellos escribió la Biblia. (2 Pedro 1:20-21) nos dice: “Pero ante todo sepan esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios”. Pedro dice que los autores de la Biblia fueron inspirados y guiados por Dios para escribir las diversas cartas y libros que forman la Biblia.
Es interesante ver que Dios usó la personalidad, inteligencia, y capacidad de cada escritor de la Biblia para comunicar su Palabra. Gente normal, usada de una manera fuera de lo normal.
La participación humana en la escritura de la Biblia es tan distintiva que es la razón por la que la Biblia contiene muchos tipos y estilos diferentes de literatura. La Biblia incluye poesía, historia, códigos legales, cartas personales, revelación apocalíptica, drama, y refranes populares de la época.
Dios usó reyes, pastores, pescadores, médicos, agricultores, profetas, sacerdotes, paganos, músicos, aristócratas, y otros tipos de personas ordinarias para escribir la Biblia. Las personalidades de los escritores y sus habilidades se utilizaron a plenitud, de la manera que Dios los llevó a escribir.
La misma Biblia afirma ser la Palabra de Dios. Esto se ve claramente en versículos como 2ª de (Timoteo 3:15-17), el cual dice, “…y que desde las niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
Las evidencias internas son aquellas cosas internas de la Biblia misma, que testifican de su origen divino. Una de las primeras evidencias internas, de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, la podemos ver en su unidad.
Aunque en realidad son sesenta y seis libros individuales, escritos en tres continentes, en tres diferentes idiomas, durante un período de aproximadamente 1,500 años, por más de 40 autores de diferentes condiciones sociales, la Biblia permanece como un libro unificado de principio a fin, sin contradicción.
Esta unidad es única a diferencia de los otros libros, y es una evidencia del origen divino de las palabras que Dios hizo que los hombres registraran.
Otra de las evidencias internas que indican que la Biblia es realmente la Palabra de Dios, son las profecías contenidas en el interior de sus páginas. La Biblia contiene cientos de profecías detalladas relacionadas al futuro de naciones particulares incluyendo Israel, al futuro de ciertas ciudades, y al futuro de la humanidad.
Otras profecías se refieren a la venida del Mesías, el Salvador de todos los que creyeran en Él. A diferencia de las profecías encontradas en otros libros religiosos o aquellas dadas por hombres como Nostradamus, las profecías bíblicas son extremadamente detalladas.
Hay más de trescientas profecías concernientes a Jesucristo en el Antiguo Testamento. No solo fue profetizado dónde nacería y cuál sería Su linaje, sino también cómo moriría y cómo resucitaría. Simplemente no hay una manera lógica para explicar las profecías cumplidas en la Biblia sino por origen divino. No hay otro libro religioso con el alcance o tipo de profecía predictiva que contiene la Biblia.
También hay evidencias externas que indican que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios. Una es la historicidad de la Biblia. Ya que la Biblia detalla eventos históricos, su veracidad y precisión son sujetos de verificación como cualquier otro documento histórico.
A través de evidencias arqueológicas y otros documentos escritos, se ha comprobado una y otra vez que los relatos históricos de la Biblia son exactos y verdaderos.
De hecho, toda la evidencia arqueológica y manuscrita que apoyan a la Biblia, hacen de ésta el mejor libro documentado del mundo antiguo.
El hecho de que la Biblia registra con exactitud y verdad eventos históricamente verificables, es un gran indicio de su veracidad cuando se trata de temas religiosos y doctrinas, y ayuda a corroborar su afirmación de que ésta es, la mismísima Palabra de Dios.
Otra evidencia externa de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios, es la integridad de los autores humanos. Como mencione anteriormente, Dios usó a hombres de muchas condiciones sociales para registrar Sus Palabras. Al estudiar las vidas de estos hombres, los encontramos honestos y sinceros.
El hecho de que estuvieron dispuestos a morir (muertes crueles) por lo que creían, certifica que estos hombres ordinarios, no obstante honestos, realmente creyeron que Dios les había hablado. Los hombres que escribieron el Nuevo Testamento y muchos otros cientos de creyentes (1ª Corintios 15:6), conocían la verdad de su mensaje porque habían visto y pasado tiempo con Jesucristo luego de que resucitó de los muertos. Ver al Cristo resucitado tuvo un impacto tremendo sobre estos hombres. Ellos pasaron de esconderse por el temor, a estar dispuestos a morir por el mensaje que Dios les había revelado. Sus vidas y muertes testifican el hecho de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios.
Una evidencia externa final de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios, es la indestructibilidad de la Biblia. A causa de su importancia y su pretensión de ser la Palabra misma de Dios, la Biblia ha sufrido más ataques agresivos e intentos de destruirla que cualquier otro libro en la historia. Desde los emperadores romanos de la antigüedad como Diocleciano, pasando por los dictadores comunistas, hasta los ateos y agnósticos de hoy en día, la Biblia ha resistido y sobrevivido a todos sus agresores, y todavía es el libro más ampliamente publicado en el mundo hoy.
Escrito por:
Julián Musa, Director Ejecutivo de Eternidad Plus . Puedes seguirlo en sus redes sociales en Twitter y en su canal de YouTube