¿Qué podemos aprender de los Profetas en medio de una pandemia?
Escrito por Eternidad Plus el 03/04/2020
Hace unos días atrás recibí por un grupo de WhatsApp una imagen donde se citaba a Jeremías 25:32-33 como una profecía acerca del actual coronavirus que se ha convertido en una pandemia en los últimos meses.
Ya es una costumbre que, frente a catástrofes como guerras, terremotos, pandemias, etc., creyentes y no creyentes por igual busquen en las páginas de la Biblia “la cita donde se había profetizado dicha catástrofe”. Otros están especulando sobre por qué Dios nos envió el coronavirus (COVID-19). Las razones que proponen algunos son muy diversas (desde un juicio por los tantos pecados en el mundo hasta como una disciplina para la Iglesia). La verdad es que estas no pueden ser más que especulaciones porque no estamos en la mente de Dios para saberlo con certeza.
En vez de hacer especulaciones sobre asuntos que sólo están en la mente de Dios, o de estar rebuscando profecías en la Biblia, debemos preguntarnos (1) ¿cuál era el verdadero objetivo de las profecías en la Biblia?, y (2) ¿qué podemos aprender de las profecías bíblicas hoy?
- ¿Cuál era el verdadero objetivo de las profecías en la Biblia?
Cuando Moisés y todo el pueblo de Israel estaban por entrar a la tierra de Canaán para conquistarla, Dios instruyó al pueblo a no seguir las prácticas de adivinación, espiritismo, ni necromancia (Deut. 18:10-11, 14) que usaban los cananeos para conocer la voluntad de sus dioses. En cambio, Dios enviaría a Israel profetas para que hablaran de Su parte al pueblo, y ellos debían escucharlos (vv. 15-19). El objetivo principal de los profetas no era declarar el futuro (como algunos entienden), sino hablarle al pueblo la palabra de Dios. Por esto, el pueblo siempre debía escuchar y obedecerlos.
Siguiendo la historia, más adelante, Dios renueva Su pacto con Israel, antes de entrar a Canaán. Dios los llama a que obedezcan Sus instrucciones en el pacto. Si no lo hacían, Dios les enviaría diferentes maldiciones como plagas (28:21), enfermedades y sequías (v. 22), derrotas militares (v. 25), el destierro (v. 36), etc. A lo largo de la historia bíblica, vemos que Dios envía a los profetas para recordarle esto al pueblo cuando ellos pecaban contra Dios: si ustedes siguen desobedeciendo al Señor, las maldiciones que Él declaró en Su pacto caerán sobre ustedes. Por esta razón, un autor dice que el mensaje de los profetas no era original. Era simplemente recordarle al pueblo el pacto que habían hecho con Dios, que debían ser fieles a Dios para recibir Sus bendiciones, y no Sus maldiciones.
Por esta razón, tenemos que los profetas constantemente llamaban a Israel, cuando pecaban, a arrepentirse de sus pecados y volverse a Dios (Jer. 3:12-13; Ez. 14:6, 18:30-31; Os. 14:1; Amós 5:14-15; Sof. 2:1-3; Miq. 6:8). Más que declarar el futuro, más que dejar profecías para que la gente especulara, lo que los profetas buscaban era que el pueblo se arrepintiera de sus pecados y se volviera a su Dios.
- ¿Qué podemos aprender de las profecías bíblicas hoy?
Habiendo respondido la pregunta anterior, hoy nos queda apropiarnos del mensaje central de los profetas: arrepentirnos y regresarnos a nuestro Dios. En medio de esta pandemia, en vez de rebuscar profecías, en vez de especular sobre los propósitos ocultos de Dios, pregúntate “¿esta pandemia me ha llevado a arrepentirme de mis pecados?” y “¿me he vuelto a Dios haciendo nuevos compromisos para obedecerle?”.
Quiera el Señor concedernos que esta pandemia sea una oportunidad para arrepentirnos de nuestros pecados contra Dios y hacer nuevos compromisos de obediencia a Él.
Escrito por:
José Andrés Landeta, miembro de la Junta Directiva de Eternidad Plus .
Puedes encontrarlo en twitter
Hector Diaz / 04/04/2020, (5:43 pm)
Excelente,totalmente de acuerdo.
Sus contenidos me bendicen bastante.Desde Argentina.🙏🔥😊
Salvador / 12/04/2020, (3:14 pm)
Que reflexion mas oportuna y cierta con fundamentos bíblicos, para silenciar las voces del mundo y aquietar el cristianismo frágil que en lugar de buscar fortaleza y sabiduría en la Palabra para compartirla, comparte aquello que el mundo habla precisamente para desacreditar la Palabra De Dios. Gracias por compartida, nos es muy necesario.