Instrucciones para nuestros hijos.

Oremos, oremos, oremos que el Señor nos dé sabiduría de lo alto de manera que podamos bendecir nuestros hijos en las diferentes edades.

Con frecuencia hermanos me preguntan cuándo y cómo debemos comenzar a entrenar a nuestros hijos en los qué haceres del hogar, y yo les digo mientras más temprano comencemos será más fácil de lograr, pero además será un mayor desarrollo en las destrezas de nuestros hijos. Me gustaría facilitarte haciendo una división de acuerdo a la edad.

 De 2 a 3 años: En esta etapa crucial del desarrollo neurológico  los niños donde adquieren autonomía y dominio de las funciones motoras conscientes de su organismo. Comienza el dominio del lenguaje y con él el aprender a comprender el mundo que les rodea. En esta etapa se convierten en pequeños ayudantes de los padres en las tareas sencillas.

 Algunas de estas actividades son:

1. Recoger sus juguetes
2. Colocar sus ropas sucias en el cesto
3. Hacer mandados simple como: “por favor pásame la cartera”, lo importante es darles instrucciones cortas, precisas y claras
4. Además este aspecto desarrolla en el niño la capacidad de comprensión.

 De 4 a 7 años: En esta etapa del neuro-desarrollo predomina el progresivo dominio del lenguaje y con el la evolución del pensamiento, la comprensión del entorno y la sociabilidad. Los niños ya son capaces de discernir lo que es su espacio y sus cosas de las del resto de la casa. Pueden hacer tareas sencillas solos con supervisión.

1. Hacer sus camas.
2. Recoger sus juguetes
3. Recoger sus libros y tareas a realizar.
4. Ayudar con su mascota
5. Ayudar recogiendo la mesa

De 8 a 10 años: En esta etapa predomina el desarrollo del pensamiento formal, dominio del lenguaje, mejora la comprensión del entorno y se adquieren nuevos conocimientos basados en la lógica de lo concreto. Los niños ya son capaces de entender las relaciones complejas de acción-consecuencia y la importancia del mantenimiento del orden y la planificación. También es aquí cuando el niño comprende mejor su rol en el hogar, se siente parte activa del núcleo familiar.

1. Sacar la basura
2. Pueden tener su despertador y hacerse responsable de despertar sólo.
3. Puede recoger sus ropas, juegos, libros, etc.
4. Usar la aspiradora
5. Aún puede comenzar a preparar su merienda y desayuno.

De 11 a 15 años: En la adolescencia se desarrolla la identidad y la capacidad analítica, es la etapa en la que se aprende el pensamiento crítico que nos prepara para la vida adulta. Los adolescentes deben asumir que su posición es importante para su desarrollo y enseñanza de sus hermanos pequeños y por ello tienen una responsabilidad como actores modelo. Los adolescentes tienden a explorar los límites retando a sus padres o bien tendiendo a imitar sus conductas. En la adolescencia  ya empiezan a tener un control consciente total sobre sus acciones y responsabilidades, y es por ello que se les debe exigir su cumplimiento y las consecuencia de no hacerlo o hacerlo negligentemente.

 Con frecuencia hemos hablado sobre establecer estructura y a su vez debemos establecer las consecuencias desde un principio dé manera que desde temprana edad comience  a tomar responsabilidad por sus actos por ejemplo:

 De 11 a 13 años son capaces:

1. Su higiene personal (aunque en la adolescencia con frecuencia pueden presentar problemas).
2. Llevar su agenda escolar, e incluso aún llevarla a cabo.
3. Sacar el perro a pasear, alimentarlo etc.
4. Ayudar con el patio.
5. Mantener su habitación recogida…etc

De 14-15

1. Lavar el coche
2. Organizar su habitación
3. Hacer sus tareas.
4. Hacer la compra
5. Ayudar en la cocina…
6. Puede tomar responsabilidad de su mascota.

Con frecuencia hemos oído padres decir  que su problema es que los niños no hacen nada por ayudar y que esto se les dificulta a ellos. Ahora bien, nunca es demasiado tarde para empezar, comencemos desde lo más importante. Oremos, oremos, oremos que el Señor nos dé sabiduría de lo alto de manera que podamos bendecir nuestros hijos en las diferentes edades.

Padre esperamos de Tu Gracia, Tu sabiduría de manera que podamos instruir a nuestros hijos conforme a Tu Propósito para sus vidas. Por Cristo Jesús te lo pedimos oh Dios.

Escrito por: Charo Michelén de Pablo, productora del programa “Cápsula Educativa” que se produce en nuestros estudios.